
A ti, que te conocí en mi pubertad, y me acompañas durante mi juventud. Me acuerdo aún de esa noche en la que te pegué la primera calada, el primer trago, el primer beso. No podré olvidar ese momento, aún me acompañas allá donde voy, aunque los demás no se den cuenta de tu presencia, aunque estés oculto.
Eres un lastre que llevo conmigo, aunque, eres parte de mi, eres parte de lo que soy, no puedo desprenderme de ti...ni tampoco quiero. En cada fiesta te recuerdo, en cada borrachera te recuerdo, cada vez que me coloco te recuerdo, cada vez que vomito te recuerdo, en cada polvo te recuerdo.
Me atraes, me atrapas entre tus garras y no puedo escapar. Intento olvidarte, te doy esquinazo pero siempre estás ahí para devolverme al punto de partida. No puedo dejar de pensar en ti, no dejo de hacer lo que me dictas. Algunos me dicen que te deje pero no quiero, quiero vivir mi vida como yo quiera y así es como quiero vivirla.
¿Durará esto eternamente? No sé si podré resistirlo, no sé si podré seguir tus pasos, no sé si podré...sobrevivir.
Iré al infierno, lo se, pero me da igual, sólo espero que se esté calentito.